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Delivery Apps: más allá de la conveniencia

por Yanira Hernández Cabiya


Hasta hace poco, cuando pensábamos en delivery, solo se pensaba en pizza. En estos días, hay delivery de todo. Desde artículos para el hogar hasta comida de supermercado. El fenómeno de Uber y Amazon ha contagiado a todo el mercado.


El concepto es la conveniencia; proveer al cliente formas cada vez más fáciles de recibir tu producto. Qué puede ser más conveniente que abrir la computadora o el celular, entrar en una aplicación, ver el menú, escoger que quiero comer, apretar un botón y en un tiempo razonable, tener la comida ante mí. A un lado quedan los inconvenientes de sacar el carro, estacionarlo, esperar a ser sentado, a que llegue la comida y después esperar para pagar.


Sobre todo, para las horas de almuerzo, cuando la mayoría tiene apenas una hora para salir, comer y regresar, la idea resulta estupenda. Pero desde el punto de vista del negocio, ¿resulta costo efectivo? Pues el tema es motivo de debate en la industria. Para algunos es un costo adicional de operación que podría afectar a la larga porque cuando un cliente visita el establecimiento con la idea de comerse solo una ensalada, mira al lado, le gustó ese otro plato o se antojó de postre y de un café, aumentando así su consumo en el negocio.


Pero seamos realistas, estamos en la época de la recompensa instantánea. Todo debe estar al alcance de un dedo, con un app.


Sin embargo, en una columna publicada por el emprendedor y tecnólogo Jim Collins en la revista Modern Restaurant Management, este relata como al detenerse a analizar la estructura de costos de algunas de estas aplicaciones, resultaba demasiado costoso utilizarlas solo para dar al cliente un servicio más conveniente.


Collins se percató, sin embargo, que en la medida que los clientes cada vez hacen más uso de estas herramientas, no tenerla se convierte en un riesgo que tampoco se podía correr. Así que comenzó a evaluar de qué manera podía sacarle más partido a la aplicación.


En primer lugar, determinó que no era costo efectivo hacer disponible todo su menú en la aplicación. Algunos platos no se conservaban de forma adecuada durante el delivery y otros resultaban muy caros cuando se le añadía el costo de entrega y servicio del app. Por lo tanto, Collins incluyó en el menú para delivery solo aquellos platos cuyo margen de ganancia era mayor y su preparación era adecuada para el viaje.


Otro detalle importante es que empezó a ver la bolsa de entrega “como mi propia oportunidad de marketing”. “¿Qué estoy poniendo en la bolsa? Si solo estoy poniendo comida en la bolsa, ¿estoy perdiendo una oportunidad? ¡Diablos, sí!”. Collins concluyó que el paquete de comida era la herramienta perfecta para incluir promoción del restaurante, mientras daba un servicio más conveniente a su clientela. “Así que ahora puse un cupón en la bolsa para un descuento en la próxima visita al negocio”, exclamó. Es decir que aprovechó la oportunidad para enamorar al cliente de modo que la próxima vez, en lugar de pedir para llevar, visite el establecimiento y consuma más.


El resultado para el también dueño de Town Kitchen and Grill en Montrose, California (escogido como uno de los 10 mejores startups en Los Ángeles); es que en la medida que ha crecido el número de entregas de su negocio, también han llegado nuevos clientes que de otra manera no hubiesen llegado.


En Puerto Rico es cuestión de tiempo en lo que comienzan a operar los grandes nombres como GrubHub, UberEats o DoorDash. Sin embargo, existen varios startups locales ofreciendo un servicio de calidad y con estrategias muy interesantes que puedes considerar.

Veamos algunas de las aplicaciones en el mercado:


Uva

www.pideuva.com

“Nuestro único requisito es que los productos que se vendan a través de la aplicación no pueden ser más caros que en el restaurante”, explica Diego Segurola, socio de Uva, junto a sus fundadores Laura y Francisco Tirado.


Esta aplicación permite al dueño del restaurante decidir que ofrecen y cuando pues al dueño se le entrega un iPad programado para que tenga control total sobre lo que van a ofrecer a sus clientes.


“Trabajamos con un revenue share. No le cobramos al dueño del restaurante ni el iPad ni la integración al sistema de su menú. No hay inversión inicial ni mensualidad. El iPad lo compramos lo instalamos y lo programamos. Las órdenes se reciben allí. No necesitan personal para recibir llamadas. Cada semana, se le deposita a la cuenta del restaurante los ingresos de la semana anterior de acuerdo a las órdenes que entraron. Lo único que se cobra al restaurante es un porciento de lo que se vende. Si no le genera ingresos no hay cargo alguno”, apunta Segurola.


Uva ofrece además servicio de fotógrafo como parte de su paquete para que el restaurante pueda mostrar a sus clientes los platos de forma más atractiva. A los clientes Uva les cobra $6.50 por el servicio de entrega, no importa a dónde se entregue en el área metropolitana. No obstante, tiene una promoción que permite eliminar ese cargo, si el cliente sube a sus redes sociales una foto de la comida recibida y taguea a UVA.


Segurola afirma que la experiencia ha sido tan exitosa que hay restaurantes que han tenido que cerrar su operación a los 45 minutos de comenzar a operar con la aplicación porque no anticiparon el volumen de negocio que les creo.


“Con esta aplicación se maximizan los costos que el restaurante ya que le asegura al empresario que, con los mismos gastos de personal, luz, agua, mantenimiento que operas el salón, te mantengas produciendo aun cuando los clientes no lleguen al establecimiento”, destaca el empresario.


Tupyx

www.tupyx.biz

Esta aplicación además de servir como plataforma para restaurantes está comenzando a entrar en el mundo de la entrega de comercios al detal y de distribución.


“Esta es una aplicación que funciona para plataformas iOS y Android y distinto a otras en el mercado también atendemos el mercado de comercio al detal y de distribución. En el área de restaurante, se le da una herramienta para que el dueño pueda poner todo su menú con imágenes y precio y cambiarlas a voluntad. No hay que saber de páginas web ni de programación. Es bien user friendly”, explica Joel Vázquez, presidente e-Nabler Corp, creadores de Tupyx .


Afirma que el comerciante no tiene que tener una computadora ni tabletas en el restaurante para recibir las órdenes porque la programación permite que estas lleguen directo a la impresora de su cocina. “Todo lo puede hacer desde la computadora de su casa o desde celular. No hay que tener una tableta ni computadora en el restaurante.


En cuanto al costo del servicio, Tupyx tiene dos estructuras de precios; un costo fijo mensual o un porciento de la venta. Si el comerciante opta por pagar un porciento de lo que se venda a través de la aplicación, la cantidad correspondiente se deposita al final del día “como cualquier transacción de tarjeta de crédito”.


Tupyx tiene la alternativa de que el negocio puede optar por permitirle a sus clientes pedir para recoger en el restaurante o pedir para llevar. El costo del producto para el cliente es el mismo si es para llevar (delivery) el costo de entrega fluctúa entre $3.00 y $10.00 dependiendo de la distancia, si es para recoger en el negocio, el cliente no paga nada adicional.


“Esta es una tendencia que está creciendo ahora en Puerto Rico, a menor escala que en otros países, pero es un concepto que está creciendo. Los principales restaurantes del mundo están invirtiendo millones en este tipo de sistema”, sostiene Vázquez, cuya empresa además de restaurantes sirve a cafeterías de colegios privados y permite adquirir libros y ofrecer ofertas y cupones con la misma aplicación.


FoodNet

Foodnetpr.com

FoodNet no tiene aplicación móvil. De hecho, se promociona como una plataforma para aquellos que prefieren usar la página web o el teléfono para encargar comida. Podría decirse que es como la plataforma clásica de delivery. Judith Saldaña, portavoz y ejecutiva de FoodNet PR explica que su negocio funciona a través de descuentos. Los restaurantes le venden a FoodNet los platos con un descuento, pero ellos le cobran al cliente el precio regular. Esa es la ganancia de la empresa mientras que el restaurant tiene un servicio externo para el recogido y entrega de comidas.


“Nosotros enfatizamos en el servicio. Que los clientes tengan la opción de hacer un pedido por teléfono y que alguien de carne y hueso les conteste y los atienda”, detalla Saldaña.

En el caso de FoodNet, el restaurante debe tener su propia tableta para recibir las ordenes o un teléfono disponible para recibir el pedido.

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